"Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios" (Lc. 24, 50-53).
"Y fue llevado al cielo"... Así pues, Jesús voló por los aires. Ascendió, se elevó autopropulsado. ¡Como Supermán (pero sin capa)! Primer registro histórico de vuelo humano sin motor.
(-Yo me voy a lo alto y aquí os quedáis vosotros.)
Pero no: el lector nota que algo desentona. Algo chirría en el conjunto. Hay, aquí, algo que desbarra. Algo que no cuadra, algo que no es como debería ser.
Fuera del cine
ResponderEliminarsiempre ponen la peli
"Realidad".
(AITOR SUÁREZ)
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